Radovljica, la ciudad de la cultura y la relajación de Eslovenia

9 enero, 2018 /

Conocida por ser la cuna del primer dramaturgo esloveno y el centro de la apicultura en Eslovenia, Radovljica es además famosa por su música antigua, su atractivo casco histórico que ha sido cuidadosamente restaurado y protegido, y atracciones turísticas naturales que la convierten en la ciudad de la cultura y la relajación.

Radovljica fue mencionada por primera vez como un mercado en un asentamiento de Carniola, en 1333, y adquirió el título de ciudad a finales del siglo XV, incorporándose al Imperio Austro-Húngaro. Durante su época de esplendor, sus murallas llegaron a tener 16 torres que rodeaban un foso de defensa que a día de hoy es el único que se conserva en todo el país.

Su casco antiguo posee un rico patrimonio cultural y etnográfico, y acoge una variada selección de arquitectura burguesa tardomedieval, renacentista y barroca, haciendo de la ciudad uno de los monumentos de urbanismo histórico más importantes y mejor conservados de Eslovenia.

ARRIBA: Edificios de la Plaza Lindhart, algunos de 1634 como la casa Vidic (casa de la esquina circular) y la Gostilna Léctar, una casa medieval que cuenta con una posada y un museo de pan de jengibre. | Copyright © Miguel Galmés – www.miguelgalmes.com

Conocida como la ciudad de la cultura en Eslovenia, aquí nació Anton Tomaž Linhart, considerado como el padre del teatro esloveno y primer dramaturgo del país, por lo que la ciudad acoge una exposición permanente sobre su vida y trabajo en el Museo Municipal, además una biblioteca pública y una escuela llevan su nombre, así como el Coro Anton Tomaž Linhart, el teatro y hasta un periódico. El día 11 de diciembre se celebra su aniversario, un día de festejos y multitud de actos culturales que hacen de Radovljica un centro cultural en la región durante todo el año.

Recorrer la ciudad es fácil. La Plaza Linhart, el centro de la ciudad, poco a cambiado desde sus inicios con edificios administrativos a un lado de la plaza y edificios de comercio y artesanía al otro lado. Desde aquí se pueden observar la mayoría de casas históricas de la ciudad, desde la casa natal de Anton Tomaz Linhart, cuya fachada es fácilmente reconocible por su decoración en relieve, a la Mansión Radovljica, antiguo castillo, con su fachada barroca, que alberga Museo de Apicultura de fama mundial y el Museo Municipal de Radovljica. En la parte trasera de la Mansión se creó un enorme parque que junto con los bosques cercanos hacen de pulmón para la ciudad.

Uno de los ejemplos de arquitectura mejor conservados de la ciudad es la Casa Ivec, del siglo XVI, cuyo fresco que representa a un buen samaritano domina su fachada central. Al sur de la plaza se pueden ver unas pintorescas fachadas renacentistas y góticas hechas de toba, una roca volcánica extraída de la Cantera de Peračica, con las ventanas pequeñas y voladizos en sus pisos superiores.

La calle donde se encuentra el casco histórico termina con una plaza frente a la iglesia de San Pedro, un ejemplo de iglesia gótica con tres naves para cuya torre de la Junta Parroquial aprovecharon los restos de una de las antiguas torres de defensa de las murallas. Bajo esta se encuentra un búnker alemán de la Segunda Guerra Mundial que fue acondicionado como capilla (capilla de St Edith Stein).

La situación de la ciudad, al extremo noroeste de Ljubljana, influenciada por el saludable clima alpino ofrece numerosas oportunidades para el relax. Desde paseos por la ciudad o por un hermoso campo virgen y varias actividades deportivas tanto de verano como de invierno. En sus alrededores abundan las pistas de senderismo a través de campos y bosques, y para los aficionados a la montaña la Cordillera de Karavanke y los Alpes Julianos ofrecen interesantes picos para escalada.